El impetuoso Nicolás Felizzola
Felizzola, hermano de Irma Felizzola Fernández, la esposa del presidente de la República, Isaías Medina Angarita, frecuentaba Ciudad Bolívar en función de su ganadería guariqueña y aquí solía reunirse con sus amigos de palos, juego y parranda como Benito Castillón, Arturito Lezama y Reinaldo Fajardo. Con ellos anduvo de farra toda la noche del sábado y el domingo 5 de agosto amaneció en el mercado.
Por un pasillo medio-oscuro caminaba Felizzola y en dirección contraria se desplazaba María Luisa Guedez, la hermosa y provocativa esposa tocuyana del tractorista. El impulsivo “Tigre de Matas Altas”, libidinoso por el ludibrio y el alcohol, rozó con su codo los senos de la dama. La mujer lo bofeteó y éste hizo lo mismo herido en su orgullo de macho llanero. Gritó la mujer y su marido corrió al instante para sentar de un solo puñetazo a Felizzola, quien desde el suelo desenfundó el arma y disparó toda su carga contra Ramón Aurelio Borges.
Mientras vanamente los médicos del Hospital Ruiz trataban de salvarle la vida, Felizzola se entregaba a la Policía. El Juez del Distrito Luis Grafe Calatrava le dictó auto de detención, pero a los pocos días ya estaba en la calle por decisión del juez Penal Oswaldo Ferro, no obstante sus antecedentes por riñas y agravios y dado muerte en Zaraza a Gregorio Acuña, chofer de su padre. Pero como quien a hierro mata a hierro muere, Felizzola habrá de encontrar la muerte de manos de su mayordomo.
Efectivamente, ocurrió el 25 de mayo de 1963, después de una horrenda pesadilla estimulada por un psicofármaco que le había recetado Raúl Ramos Calles para que pudiera conciliar sus noches de insomnio, tan frecuentes acaso por el cigarrillo, el alcohol, el juego y las mujeres.
Su última mujer se llamaba Marbella, vino a su rancho de Matas Altas por tres días y alargó su estada fuera de lo normal, pero interrumpida por una fuerte discusión que la llevó a preparar su equipaje de vuelta a su centro nocturno de diversión en Caracas.
La condujo hasta la terminal de Zaraza el mayordomo José Belisario Mato, prácticamente criado de Felizzola, pero con una amargura acumulada por las constantes represiones y amenazas, la última frente a la bella Marbella que para él fue la gota que rebasó el vaso de la paciencia. De forma, que cuando regresó de Zaraza ya venía predispuesto a cobrarse los maltratos de su patrón. Al llegar después de haber estacionado la camioneta, lo vio aparentemente dormido, anidado en su hamaca bajo el alero de su rancho y desde un ángulo estratégico disparó contra la humanidad de su patrón toda la carga del revólver que nunca abandonaba, aún así el impulsivo como arrebatado Nicolás Felizzola tuvo fuerzas para tomar su arma y disparar contra la espalda de Belisario, dejándolo inválido para el resto de su vida.
Tras del trágico suceso se han tejido cuentos y leyendas llaneras, como la del ánima solitaria, que en forma de espanto ronda la hacienda por las noches.
Sr escritor yo soy nieto del sr jose belisario por tanto ni la cuarta parte q escribio es verdad y nunca mi abuelo a estado invalido.. quiere saber la verdad llegue a zaraza para q el lo diga personalmente.. y nunca le disparo a nicolas por la espalda ni dormido….
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Carlos me gustaria poder saber la historia real, ya que ustedes como familiares directos deben conocerla mejor, pero como jóvenes venezolanos con su permiso quisieramos saberla y también seguirla contando a nuestros familiares ya que es un hecho real y de nuestra llanura, espero tu respuesta
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Carlos me gustaria poder saber la historia real, ya que ustedes como familiares directos deben conocerla mejor, pero como jóvenes venezolanos con su permiso quisieramos saberla y también seguirla contando a nuestros familiares ya que es un hecho real y de nuestra llanura, espero tu respuesta